Fue mi primera perrita adoptada, nació ciega, pero eso nunca fue un problema. El problema fue que tenía el corazón enfermo y desde que llegó a casa, con dos meses, me dijeron que podía morir en cualquier momento.
Estuvo conmigo ocho meses, se fué de mi lado a los diez meses, pero me enseñó mucho.
Dicen que los perros te eligen a ti, y que cuando llegan a tu vida es por algo, yo ahora estoy segura de eso.
Aunque luego han llegado más animales a casa, y todos me han enseñado y me siguen enseñando cosas, Lisa fue la primera y fue la que me abrió los ojos a todo un mundo de posibilidades.
Sólo espero encontrarme con ella algún día.
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