Perrita de dos años.
Es sacada de un terreno donde convive con más de 20 perros. Están en pésimas condiciones, todos juntos, sin ningún control, con continuas peleas, son maltratados y no tienen apenas comida.
De allí la llevan a una protectora. Sale con mucho miedo, sobre todo a las personas. Es muy difícil acercase a ella y si puede huir huye. Cuando la sacan para llevarla a una casa de acogida se escapa y es encontrada gracias a su compañero de jaula que les lleva hasta ella.
Por lo que se ve no tiene problemas con otros perros, a pesar de lo mal que lo ha pasado. Pero a las personas les tiene pánico. No es agresiva, su instinto la lleva a huir, por lo que cuando no tiene posibilidad de huir, muestra una excesiva sumisión, se refugia donde puede y tiembla.
Por supuesto es imposible sacarla a pasear porque le da miedo todo, no camina y tiembla continuamente.
Así es imposible darla en adopción, ya que es un trauma para ella y nadie se interesa.
Se le administran las siguientes esencias:
ASPEN por los miedos a todo lo desconocido
ROCK ROSE para el pánico
STAR OF BETHLEHEM por todos los traumas que ha padecido
CENTAURY para el exceso de sumisión
WALNUT para la adaptación a los cambios.
RESCUE REMEDY para ayudarle en el proceso.
Hay que decir que ayuda mucho que en la casa de acogida la tratan muy bien, le dan su espacio y no la obligan a integrarse. Le dejan que sea ella la que vaya avanzando. Además hay otros dos perros y con uno de ellos en particular se lleva muy bien.
A la semana o semana y poco ya se acostumbra a sus adoptantes, con los demás muestra mucho miedo, pero al menos con las personas que ya conoce se muestra confiada y se les acerca. Incluso muestra mucha obediencia, está pendiente de ellos.
Al cabo de algunas semanas, un mes y algo, ya la pueden sacar a la calle con su correa. Va perfectamente, sin tirar y sin intentar huir. Ya no le dan miedo los coches ni va tan asustada. (Hay que decir que viven en una zona muy tranquila y pasan muy pocos coches.)
Después de un tiempo la pueden llevar incluso a ferias de protectoras donde promueven la adopción. Ya apenas se asusta de las personas, y aunque está muy pendiente de sus cuidadores de acogida, es capaz de estar tranquila tumbada en su camita y deja que se acerque la gente y que incluso los niños la toquen.
A pesar de todos los cambios positivos, es una perrita que ya no es un cachorro y no la adoptan hasta dos años después, pero por fin es adoptada por una gran familia.
domingo, 21 de noviembre de 2010
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